miércoles, 23 de octubre de 2013

Radiohead - The Bends

1995 - The Bends - Radiohead
A

Planet Telex
The Bends
High And Dry
Fake Plastic Trees
Bones
(Nice Dream)
Just
My Iron Lung
Bullet Proof... I Wish I Was
Black Star
Sulk
Street Spirit (Fade Out)

Mejor canción: "Fake Plastic Trees"

En Norteamérica, la euforia grunge había quedado atrás. Y tal como su hermano mayor, el punk, la corriente había demostrado en poco tiempo su fugacidad y una malsana urgencia por morir lo más joven posible. Lo mismo sucedía en el viejo continente con ciertas bandas alternativas que fueron lo suficientemente inteligentes como para darse cuenta de que esta etiqueta musical, mera moda mercadotécnica, no tenía mucho futuro; por lo que optaron por explorar otros horizontes. 

Radiohead, por supuesto, fue una de ellas. Pero más que transformar y refinar el no muy original sonido de Pablo Honey —decenas de bandas había regadas por el mundo con un sonido similar—, los de Oxford tuvieron otra faena más importante a superar: demostrar que no se trataban de unos one-hit wonder del montón. 

"Creep" se convirtió en un fenómeno más grande de lo que ellos mismos sospecharon, pero fue también un arma de doble filo, pues si bien les valió un reconocimiento mediático instantáneo, de pronto los convirtió también en aquella banda que tocaba Creep. Era el único de sus temas que se programaba en MTV y en la radio. En sus presentaciones, la gente incluso les pedía que la tocaran más de una vez (!), por lo que Yorke y compañía estaban hartos de ella. 

La solución a este problema fue grabar un segundo disco que demostraba las verdaderas capacidades del grupo y que extinguió en buena medida el fantasma de "Creep". Lo que sorprende acerca de The Bends es el salto cualitativo respecto a Pablo Honey, pues parece más bien un cuarto o un quinto disco, o que proviene incluso de una banda distinta. Corrigieron todas aquellas deficiencias que aquejaban a su debut discográfico: no hay un sólo tema de relleno, la producción, a cargo de Nigel Godrich (el sexto radioheadiano, según algunos), es mucho mejor, ya no hay molestas murallas de distorsión que arruinen los temas, y no hay más melodías olvidables ni letras ingenuas y adolescentes. Es un salto olímpico como pocas veces se ha visto en banda alguna.

Yorke se las arregló para conjugar rockers tradicionales con emotivas baladas y temas oscuros e introspectivos, todo siempre con un muy retorcido pero sutil sentido del humor («But gravity always wins!»). Jonny Greenwood y Ed O'Brien bajaron los decibeles, y en su lugar ofrecieron riffs y matices bastante más creativos y complejos que cualquier tema del disco debut. "Just" me parece el mejor ejemplo de ello: aún conserva ese espíritu nirvanesco del disco anterior, pero la sincronía entre cada integrante y lo que aporta cada uno con su instrumento y la combinación de elementos acústicos y eléctricos, lo vuelven un tema bastante complejo y a años luz de lo que la banda había mostrado hasta entonces. La calidad y cantidad de riffs distintos es casi ridícula. Asimismo, es notoria la mejoría de Thom como letrista. 

Pero eso no es todo. También hay hermosas baladas con prístinas guitarras acústicas ("High And Dry", "(Nice Dream)" y "Bullet Proof"), cortes inusuales y bastante experimentales ("Planet Telex", "Bones" y el caos perfectamente estructurado de "My Iron Lung"), y temas desgarradores, como ese himno a la desolación que es "Fake Plastic Trees" —el momento en que entra la atronadora guitarra de Greenwood al minuto 2:36, es y será por siempre uno de los momentos más friqueantes de la discografía del grupo.

La negrísima "Street Spirit (Fade Out)" es, por lejos y hasta la fecha, el tema más oscuro grabado por Radiohead. Y pese a contener algunas de las líneas más escabrosas escritas por Thom, tiene las agallas suficientes para concluir con un «Inmerse your soul in love"», que a manos de cualquier otra agrupación sonaría ridículo. Pero no con esta banda. No en esta canción.

Puede que, en su momento, The Bends no haya alcanzado las mismas ventas que su predecesor y que más tarde haya sido por completo eclipsado ante las críticas en extremo positivas hacia su sucesor, OK Computer. Pero The Bends es un punto de inflexión no sólo para entender la discografía del quinteto nativo de Oxford, sino la música de la década de los 90 en general.


«My fake plastic love»

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